Comprar huevos de avestruz en el Zaidin
Fue lo que pensé al pasar por la puerta de la tienda: «¡Menudo par de huevos!». En plena Avenida de Cádiz, una de las arterias principales del Zaidín, se encuentra Sabores del Altiplano, comercio especializado en productos gourmet, con muchos productos de la zona norte de Granada. La sorpresa está justo a la entrada, en el primer frigorífico. Dos enormes huevos saludan al cliente, como si del atrezzo de ‘Juego de tronos’ se tratara.
Saray Amador atiende tras el mostrador. «Son huevos de avestruz de una granja que hay en Cuevas del Campo, por la zona de Baza. Los primeros de la temporada, que las avestruces solo ponen con el calor», nos dice.
En Sabores del Altiplano llevan diez años dispensando este vistoso y llamativo producto. «A partir de ahora, lo normal es que tengamos lista de espera, que son pieza codiciada por la clientela», cuenta Saray. «Viene gente de fuera por ellos, incluso de otras provincias como Málaga».
En Sabores del Altiplano llevan diez años dispensando este vistoso y llamativo producto.
¿En qué se diferencia un huevo de avestruz de uno de gallina, más allá de lo evidente? «Son más fuertes de sabor y la clara resulta algo más viscosa», explica Saray, que además de venderlos, también los ha cocinado. «Lo normal es que pesen entre 1,5 a 1,8 kilos, duran dos meses en el frigorífico sin echarse a perder y, para comerse un huevo así, lo mejor es quedar con un grupo de amigos», dice con buen humor.
En ese momento entra en la tienda Juan Herrera, vecino del Zaidín y cliente habitual, que le gusta mucho el jamón de Sabores del Altiplano. «¿Le echamos huevos, Juan?». Las bromas son inevitables. Pero no van desencaminadas. «Los huevos de avestruz tienen una cáscara muy dura y, para abrirlos, conviene usar un serrucho o una broca. Yo tuve la suerte de llevarme uno de 2 kilos, lo abrí con cuidado y ahora lo tengo conservado en casa como un huevo de dragón», cuenta Saray entre risas.
¿Qué cocinó con un huevo de 2 kilos? «Me salieron diez tortillas. ¡Qué ‘panzá’ de pelar papas me di!». Y es que el huevo de avestruz tiene que ser la excusa para juntarse y hacer una comida comunitaria. «Con una ‘sartená’ de papas, por ejemplo. Hay clientes que los hacen fritos… en una paellera. Y un cliente me dijo que lo hizo al horno, con jamón y queso y le salió buenísimo», remata Saray, que insiste en que un huevo de avestruz hay que comérselo entre 10 personas como mínimo.
Pese lo que pese, el huevo de avestruz se vende al precio único de 28 euros. «Y también se pueden traer ‘pisaos’, si quiere el cliente», dice Saray. Como ve que se me queda la cara a cuadros, me explica que los pisados son los huevos fecundados. «Por si alguien quiere un pollito de avestruz», insiste entre risas. ¿Nos darían permiso para tener un avestruz en la terraza de casa y sacarlo con correa a pasear por el Zaidín? ¡A saber!
Salgo de Sabores del Altiplano con una historia muy simpática… y con un huevo de avestruz de cerca de dos kilos metido en una bolsa. «¿Y qué hago ahora yo con esto?», pienso mientras camino por el barrio…
Fuente: IDEAL